ARTÍCULOS DE INTERÉS

Importancia de la seguridad en atmósferas explosivas
Las atmósferas explosivas (ATEX) representan un riesgo real en espacios como garajes, talleres o almacenes donde pueden acumularse gases, vapores o polvos inflamables. Su identificación y control están regulados por distintas normativas técnicas, entre ellas:
- El Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), concretamente la Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT-29, que establece requisitos para instalaciones eléctricas en zonas con riesgo de explosión.
- El Real Decreto 681/2003, que regula la protección de la salud y seguridad de los trabajadores expuestos a atmósferas explosivas, e impone la obligación de elaborar un Documento de Protección contra Explosiones (DPCE) cuando exista presencia de zonas clasificadas.
- El Código Técnico de la Edificación (CTE), especialmente su Documento Básico SI (Seguridad en caso de Incendio), que aunque centrado en incendios, incide indirectamente en el control de atmósferas peligrosas mediante requisitos de ventilación, compartimentación y sectorización.
Si un garaje no ha sido desclasificado como zona libre de riesgo de explosión o se detecta que pueden formarse atmósferas explosivas (por ejemplo, por acumulación de gases o vapores inflamables), hay que aplicar una normativa técnica muy específica, la UNE-EN 60079. Esta obliga a que todos los elementos de la instalación —como luces, interruptores, motores o cuadros eléctricos— estén diseñados especialmente para entornos con riesgo de explosión, lo que implica un coste más elevado que una instalación convencional.
Además, en estos casos es obligatorio redactar un Documento de Protección contra Explosiones (DPCE), que identifique los riesgos, las zonas peligrosas y las medidas adoptadas para proteger la seguridad de las personas. Esta obligación está establecida en el Real Decreto 681/2003, que protege a los trabajadores frente a este tipo de riesgos.
¿Por qué es importante?
Protección de personas y bienes
La seguridad ATEX protege vidas humanas y el patrimonio de la comunidad. Evita riesgos derivados de acumulaciones de gases inflamables en garajes.
Prevención de accidentes graves
Una simple chispa en una atmósfera inflamable puede desencadenar explosiones, incendios y daños personales o materiales irreparables.
Responsabilidad legal y profesional
El administrador de fincas y el presidente actúan como representantes legales de la comunidad. Tienen la obligación de mantener las instalaciones conforme a la normativa (REBT ITC-BT-29 y RD 681/2003), y son responsables de prevenir situaciones ATEX. El incumplimiento puede conllevar sanciones administrativas o incluso responsabilidad penal.
Obligaciones específicas del administrador de fincas
Según el artículo 20 de la Ley de Propiedad Horizontal, el administrador debe velar por el buen estado de conservación y el cumplimiento normativo de los elementos comunes.
No advertir a la comunidad sobre la necesidad de desclasificar el garaje puede considerarse negligencia profesional, dando lugar a:
- Reclamaciones patrimoniales por parte de la comunidad o de terceros.
- Exclusiones en la cobertura del seguro de responsabilidad civil profesional si se demuestra omisión dolosa o grave.
- Reclamaciones judiciales contra su persona o contra la empresa administradora por daños y perjuicios.
Ejemplo de situación:
Una comunidad de propietarios tiene un garaje subterráneo de 20 plazas, sin haber realizado la desclasificación ATEX ni disponer del certificado correspondiente. La ventilación es forzada, pero no se ha justificado su eficacia técnica.
Un día, un cortocircuito en un vehículo provoca un incendio que afecta a varios coches. El humo se concentra rápidamente por falta de renovación del aire, dificultando la evacuación de los vecinos y la intervención de los bomberos.


¿Qué sucede después?
1. Intervención de bomberos e informe pericial
- El informe técnico constata que no hay certificado de desclasificación.
- Se menciona que la instalación no cumplía las condiciones mínimas para ser considerada zona sin riesgo ATEX.
2. Evaluación de responsabilidades
- La aseguradora del edificio solicita documentación técnica, incluyendo el certificado de desclasificación.
- Al no estar disponible, alega incumplimiento normativo (REBT ITC-BT-29 y RD 681/2003).
3. Posibles consecuencias
- Reducción o rechazo de la indemnización del seguro a la comunidad o incluso a terceros afectados.
- Sanciones administrativas por parte de la autoridad competente por incumplimiento del REBT y no haber evaluado el riesgo ATEX.
- Responsabilidad civil subsidiaria para el administrador de fincas o la comunidad por negligencia en el mantenimiento de instalaciones comunes.
- Costes legales y reparaciones a cargo de la comunidad.
¿Cómo se habría evitado?
Si el garaje hubiera sido desclasificado previamente, demostrando que la ventilación es adecuada y que no existe riesgo ATEX, la aseguradora no tendría base legal para denegar coberturas y la comunidad habría actuado conforme a la normativa.
En Castellana de Consultoría & PRL, trabajamos cada día para ofrecer soluciones técnicas claras, seguras y viables para nuestros clientes. Nuestro compromiso es con la seguridad, el cumplimiento normativo y la excelencia profesional.